Un bautizo de reconciliación: la estrategia de Harry y Meghan para acercar posturas con Windsor

Han pasado ya cuatro meses desde que el príncipe Harry y Meghan Markle dieran la bienvenida a su segunda hija. Lilibet Diana Mountbatten-Windsor nació el 4 de junio de 2021 en Santa Barbara y, a día de hoy, todavía no se sabe mucho sobre cómo será su bautizo. Una situación un tanto extraña dado que en todos los demás casos de hijos de la familia Windsor, este acontecimiento no se posterga más allá de dos meses tras el nacimiento, como fue el caso de su hermano, Archie Harrison.

Sin embargo, tanto las circunstancias particulares de los duques de Sussex como su relación actual con el resto de la familia real. Por un lado, la tensión con los Windsor ha ido in crescendo y tanto Harry como Meghan no tienen intención de volver al Reino Unido. Pese a esto, parece que la pareja quiere acercar posturas, en especial con la reina Isabel y su intención es viajar a Londres para presentar a Lilibet Diana a la familia, además de aprovechar para bautizarla.

Una información que, por el momento, no se ha confirmado de manera oficial pero que fuentes cercanas a los Sussex dan por hecho. Según ha trascendido, Harry y Meghan tienen el firme deseo de que su hija pequeña, undécima bisnieta de la reina Isabel, sea bautizada en una ceremonia discreta y privada. Un evento que tendría lugar en la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. Se trata de un lugar muy especial tanto para la pareja como para la propia monarca. Por un lado, es en Windsor donde la Reina ha establecido su residencia oficial, donde está enterrado el duque de Edimburgo y donde además los Sussex se casaron y bautizaron a Archie Harrison en 2019.

En aquel momento hubo mucha polémica por la celebración del primogénito del matrimonio. Entonces los Sussex todavía eran miembros de pleno derecho de ‘La Firma’ y, sin embargo, optaron por una celebración privada, y solo distribuyeron algunas imágenes tras la misma. Nada que ver con los bautizos de otros royals como los hijos de los duques de Cambridge, por ejemplo.

Parece que la pareja ha presentado una solicitud formal para visitar a la Reina y presentarle a Lilibet Diana, así como para celebrar su bautizo en Windsor. Una petición de la que, por ahora no ha trascendido la respuesta: «Harry le dijo a varias personas que quieren que Lili sea bautizada en Windsor, al igual que su hermano. Están felices de esperar hasta que las circunstancias lo permitan», ha apuntado una fuente cercana a los Sussex al tabloide The Sun.

No obstante, la idea de los Sussex no exime de un bautizo en California, tal como apunta el especialista Richard Fitzwilliams: «es probable que sea bautizada en California, aunque había rumores de un posible bautizo en Windsor», ha asegurado.

Si finalmente hubiera bautizo en Windsor, es poco probable que trascendieran los detalles. De hecho, al de Archie ni siquiera asistió la Reina, por lo que parece poco probable que haga una excepción por Lili. El tiempo dirá.